Todo el mundo aprende a correr a una edad muy temprana de forma instintiva y natural. Pero desde hace unos años, la moda y un dogma obsesivo han complicado todavía más algo aparentemente tan sencillo como correr. Hoy parece claro que no basta con imponerse una rutina o comprase las zapatillas más adecuadas. Es importante correr bien para no provocarse lesiones o accidentes, progresar y mejorar en velocidad y resistencia de cuerdo a nuestra edad, complexión..., poner en marcha un estilo de vida saludable y, sobre todo, practicar este deprote el mayor tiempo posible de nuestras vidas.