Habitualmente, la práctica psicopedagógica, en los primeros ciclos de Educación Primaria, se ha limitado a diagnosticar acerca de una serie de aptitudes generales del niño, y, a lo sumo, a tratar, en al ámbito escolar, los problemas denominados disléxicos. Pero en el diagnóstico se utilizan una serie de pruebas con ejercicios que bien pueden servir para una práctica pedagógica. Los constructores de test han trabajado mucho para elegir aquellos elementos que sean válidos para medir funciones mentales específicas. Esta reflexión creemos que debe ser aprovechada en la práctica pedagógica, para afianzar la orientación espacial, las nociones de izquierda-derecha, el esquema corporal, aspectos importantes de una inteligencia imaginativa y creadora, y sustentadores de muchos posteriores aprendizajes escolares. De esta reflexión fundamental nace esta serie de ejercicios. Se ha tratado de elegir los más válidos, al menos de entre los de lápiz y papel, sin limitarse, por supuesto, a un único tipo de pruebas, sino tratando de abarcar el tema comprensiblemente con ejercicios variados.