El deporte nos proporciona una gran cantidad de estímulos y emociones de muy diversa naturaleza y, si somos capaces de reconocerlas e interpretarlas adecuadamente, conseguiremos sin duda mejorar nuestro rendimiento. En su constante evolución, el entrenamiento moderno del esquí ha ido cambiando su perspectiva biomecánica y "tecnicista" para centrarse en las sensaciones y en cómo interactuamos con el medio en el que nos movemos. Esta toma de conciencia de cómo percibimos nuestro propio cuerpo al desenvolverse en el entorno, ha supuesto el desarrollo de técnicas más depuradas, menos lesivas y, naturalmente, un empleo más eficiente del material de esquí actual.
En nuestro primer libro, Esquiar con los pies, propusimos un método para aprender mejor focalizándonos en lo que pasaba bajo nuestras piernas. Más tarde, en Esquí moderno aplicado a la montaña hablábamos de las fuerzas externas y de cómo fundirse con ellas para esquiar con mayor seguridad y menor gasto de energía. Esta tercera parte de la trilogía viene a completar a los dos trabajos anteriores, dando una descripción detallada de la técnica moderna en la pista, lo baches, los saltos y el fuera de pista, y exponiendo un método para mejorar el rendimiento ?a todos los niveles? centrándonos en lo que sentimos al esquiar, enseñándonos a reconocer los estímulos que percibimos y mostrando cómo adiestrar nuestro aparato sensorial a medida que progresamos física y técnicamente. Todo ello, sin olvidar que lo que vamos a buscar a la montaña es, por encima de todo, el genuino placer de practicar una actividad física en la naturaleza.
Que el rendimiento y la emoción, el placer y el nivel de actuación vayan unidos no es casual, sino algo dispuesto por nuestra propia fisiología para impulsarnos a explorar nuestras posibilidades en el medio en el que vivimos. En este libro añadimos al estudio de la técnica ese nuevo factor, las sensaciones y las emociones que van unidas a ellas, como uno de los elementos indispensables en la enseñanza moderna del esquí.