Tres chicos extraordinarios, amigos inseparables. Tres mentes que marcarán la historia de la criminalidad. ¡Amistad, aventura y suspense!
Mucho antes de convertirse en un personaje de Las aventuras de Sherlock Holmes, a los doce años, Irene Adler era una chiquilla curiosa, inteligente y rebelde. Amante de la escritura, decidió contar, en una serie de libros, los increíbles misterios que resolvió junto con sus amigos Sherlock y Lupin.