AA.VV
A través de las dos islas de la costa "San Pietro" y "Sant Antioco" en el oeste hasta la Costaverde, para luego disfrutar del encanto de la capital Cagliari y el granito del sureste de Cerdeña "Sarrabus-Gerrei". En la Costaverde, el mundo todavía parece estar bien: Bahías solitarias, dunas de arena resplandecientes y un mar verde turquesa brillante se completan con tranquilos pueblos de montaña rodeados de colinas boscosas. Aquí se extraía plata, hierro, zinc y cobre, hoy las minas en desuso se convierten en atracciones turísticas con su propio encanto. El "granero" de la isla es sin duda el Campidano, con la última capital Cagliari, especialmente en primavera y otoño, esta región florece en todo su esplendor. Olivares, Los bosques de eucaliptos y los fértiles valles de los ríos se destacan en el borde de las montañas de los campos de granos dorados que se cosecharon en junio. En el pequeño pueblo de "San Sperate" se pueden admirar los primeros "Murales" creados en 1968 para expresar la protesta en las paredes de la casa. Matorrales y encinares caracterizan el interior del Sarrabus-Gerrei. Las cerezas azucaradas, casi negras, y el "reino del ciervo sardo" te permiten sumergirte en el primitivismo sardo. Matorrales y encinares caracterizan el interior del Sarrabus-Gerrei. Las cerezas azucaradas, casi negras, y el "reino del ciervo sardo" te permiten sumergirte en el primitivismo sardo. Matorrales y encinares caracterizan el interior del Sarrabus-Gerrei. Las cerezas azucaradas, casi negras, y el "reino del ciervo sardo" te permiten sumergirte en el primitivismo sardo.