El viaje a Chile con Rosa empezó a gestarse durante el encuentro en Argentina con mi pariente Jorge Duarte Llonch y su esposa, Blanca. Chilena de corazón, fue ella quien nos invitó a conocer su país, y quedamos en encontrarnos en Temuco para iniciar, en su coche, una ruta de diez días por la mágica región de Los Lagos. En la segunda parte del viaje, Rosa y yo exploramos el desierto de Atacama y sus alrededores. El momento culminante fue el espectáculo geotérmico de los géiseres del Tatio, rodeados de silencio; fue un momento mágico. En la tercera parte del viaje, familias amigas de Assumpta Codina, quien vivió tres años en Chile como maestra, nos acogieron con una hospitalidad que nos hizo sentir parte de este país. Compartimos vivencias en Calama, Antofagasta, La Serena y el Valle del Elqui, Santiago, Viña del Mar y Valparaíso.
Este relato es una invitación a recorrer Chile con los sentidos despiertos y el corazón abierto, a dejarse sorprender por su gente y sus paisajes, y a descubrir un mundo que pide ser vivido con emoción y pasión. Conxita Tarruell i Llonch